Comienza aquí mi reto de 10 días en OS X 10 días sin Linux, y como soy un animal de costumbres iré contando lo que, por costumbre, suelo hacer en mis distribuciones Linux nada más arrancar el sistema.
Esto, claro, hay que llevarlo al terreno de OS X.
Lo primero que hago en Linux nada más arrancar el sistema, y que debería hacerse en cualquier S.O, es revisar el tema actualizaciones.
Para los usuarios de Linux el tema de las actualizaciones es bastante simple, basta con tener activos los repositorios de nuestra respectiva distribución Linux y dependiendo de la que usemos podremos actualizar de una manera u otra.
Hay distribuciones Linux, como Ubuntu y derivadas, que cuentan con centros de software tipo App Store de Mac, también cuentan con gestores gráficos (GUI) para actualizar paquetería proveniente de los repositorios de software. Ejemplos como Manjaro y su Pamac, también Octopi, y creo recordar que algunas distros RPM (openSUSE, Mandriva, Fedora etc..) también cuentan con este complemento que además nos suele avisar el la bandeja del sistema.
Luego está la terminal Linux que aún solemos usar los de la vieja escuela y que para muchos es el método más rápido y efectivo. Sobre todo está recomendado para las grandes actualizaciones del sistema como son actualizaciones completas del escritorio y todo lo que afecte directamente al Kernel y módulos de este.
Dado que la mayoría del software que manejamos en Linux, por no decir casi todo, ya sea el propio software del sistema o software de terceros, se encuentra en los repositorios de nuestra distribución, la tarea de las actualizaciones es de lo más simple, basta con actualizar llegado el caso desde el modo gráfico de nuestra distro o desde la terminal usando el gestor de paquetes que maneje nuestra distribución Linux.
Un sudo pacman -Syyu basta para las distribuciones Linux que usen este poderoso gestor de paquetes de Arch Linux. A tener en cuenta, sea en la distribución Linux que sea, que siempre lo más recomendable es instalar software desde los canales oficiales, osease, desde los repositorios. De esta manera nos aseguramos de la calidad y seguridad del mismo, ya que ese software de los repositorios ha sido empaquetado por los “trabajadores” de nuestra distribución Linux.
En OS X hay similitudes en el sentido de las actualizaciones del sistema y en el tema software.
Para tener al corriente nuestro OS X podemos dirigirnos al menú principal actualizaciones de software (captura superior) o bien esperar a que nos salte el aviso en el icono App Store del Dock inferior, este nos avisa cuando hay actualizaciones de software, ya sean del sistema o de software de terceros instalado desde la App Store. En esto se asemeja a Linux.
En OS X no se actualiza vía terminal sino mediante la App Store. Por supuesto, desde este centro de software se nos actualizará solo aquel software que hayamos instalado mediante esta vía. Misma vía que usa Apple para pasarnos sus actualizaciones del sistema.
Desde este mismo centro de software, llamado App Store, también podemos instalar aquel software que necesitemos. Hay de todo, aplicaciones para productividad, juegos, utilidades etc… organizado por categorías y por rankings (tops)
Pero no todo es de pago, también podemos encontrar software gratuito e incluso software libre dentro de estas tiendas.
Al igual que pasa en Linux con sus repositorios, al instalar software por estas vías nos aseguramos que el software cumple unos mínimos de calidad pues antes de llegar a la App Store ha pasado los filtros de Apple.
Luego está el software que instalemos por nuestra cuenta fuera de la App Store, software imprescindible como puede ser el navegador Firefox, el reproductor de medios VLC y tantos otros.
La instalación de este software es realmente sencilla. Bajar el .dmg de la propia web del desarrollador (prohibido Softonic y similares), hacer doble click sobre el y arrastrar y soltar en la carpeta Aplicaciones.
Dentro del propio paquete .dmg tenemos todas las dependencias para que el programa funcione, esto es una gran comodidad a cambio de renunciar a paquetes más pequeños.
En la mayoría de los casos se instala así exceptuando algunos que se instalan mediante un doble click en un .pkg guiados por un asistente.
Conviene recalcar nuevamente que usemos el sentido común y solo instalemos software de confianza que sea bajado desde la propia web del fabricante (Softonic y similares totalmente prohibidos)
Las actualizaciones de este tipo de software se suelen realizar desde el propio programa, la mayoría cuentan en su menú con alguna opción “comprobar actualizaciones” o similar. En este sentido podemos estar tranquilos pues es el propio fabricante quien nos envía las últimas versiones del programa desde su propio programa.
Si nos ponemos a comparar el sistema de actualizaciones de sistema y software entre OS X y Linux, tenemos que el usado por Linux, sobre todo vía terminal, es más rápido y cómodo, sobre todo nos ahorraremos tamaño de disco duro y ancho de banda al ser mas pequeños los paquetes a actualizar, y aún más en distros Linux que usen paquetes deltas.
Por otro lado, instalar y actualizar software de terceros por nuestra cuenta, fuera de repositorios y de App Store, es más cómodo y rápido en OS X, ya que en Linux, en muchos casos hay que compilar el propio programa desde el paquete fuente y volver a compilar para su actualización. Aunque es una tendencia que va desapareciendo dado que cada vez son más frecuentes encontrar paquetes ya precompilados en .deb y .rpm que se instalan con un simple doble click y teniendo conexión a internet por si requiriesen dependencias de otros paquetes.
Podemos sacar de todo esto que para alguien que venga del mundo Linux no va a ser ningún problema el tema de actualizaciones de sistema y software en OS X. Quizás eche en falta la terminal para estas labores pero a cambio ha ganado en una cierta “comodidad” a la hora de manejar paquetes fuera de los repositorios.
Gracias por su atención :)
